Paola Bossi

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Cómo definir objetivos reales para construir la vida que quieres

En esta ocasión nos abocaremos a la segunda fase de la Terapia de Deconstrucción y a la importancia que tiene para nuestras vidas el hecho de definir objetivos reales acordes a nuestros deseos personales. Luego de haber reflexionado sobre la necesidad de tomar consciencia y responsabilizarnos de nuestras decisiones, conozcamos un poco más qué entendemos por ‘objetivos’.

Los objetivos son puentes que vamos construyendo y cruzando hacia lugares más subjetivos, esos que describimos como bienestar y felicidad, por ejemplo. Son puntos en el tiempo que nos marcan un camino que previamente decidimos recorrer. Los objetivos son las “postas” que definimos de manera consciente, con el fin de ir conquistando lo que hemos determinado como valioso para nuestras vidas.

Sin estos objetivos planteados con consciencia, los caminos que tomemos nos llevarán por diversos lugares que podrán agradarnos o no, pero que no tendrán que ver con nuestros anhelos personales.

Quizás hayan oído sobre la siguiente analogía:

Vivir sin objetivos es como tomarse un taxi y no decirle al chofer ninguna dirección concreta, sino tan solo que maneje. El taxista conducirá y en algún sitio nos dejará, pero es muy poco probable que sea donde realmente queríamos ir.

Lo mismo sucede en la vida. Esta transcurrirá de cualquier modo, planteemos metas o no. Ahora bien, si no lo hacemos, de nada vale quejarse luego por los resultados.

En cambio, mientras tengamos objetivos claros y posibles para nosotras, podremos encontrar obstáculos o tomar en ocasiones algunas bifurcaciones, pero siempre tendremos la opción de revisar y corregir el camino, porque sabemos a qué destino nos dirigimos y qué manera consideramos más idónea para alcanzarlo.

¿Qué significa definir objetivos reales y posibles?

Cuando hablamos de objetivos claros, reales, posibles de alcanzar, nos referimos a bajar las idealizaciones que sólo culminan en frustración y convertirlas en pasos concretos y pequeños.

Es decir, un objetivo real y posible es tan singular como la persona que se lo propone. Para que cumpla dichas características, tiene que estar planteado desde las capacidades, herramientas, tiempos, valores y disponibilidad (entre otras cosas) de la persona que lo ha planteado.

Un objetivo no será de factible realización si primero no nos tomamos un momento para conocernos y detectar nuestras habilidades, los valores que lo sustentan y nuestras posibilidades en cuanto a las circunstancias de vida actuales que atravesamos.

Entonces, para lograr establecer metas y objetivos reales y posibles, necesitamos como paso previo, trabajar en nuestro autoconocimiento.

Síntomas y consecuencias de no definir objetivos

Los síntomas más frecuentes que aparecen cuando no tenemos en claro lo que deseamos construir o no establecemos un plan de metas y objetivos claros para alcanzarlas, son:

  • Ansiedad

  • Frustración

  • Dificultades para la toma de decisiones

  • Procrastinación

  • Falta de propósito

  • Dificultades para estar presentes

  • Preocupación, queja

  • Fijación en los problemas

  • Imposibilidad de delegar

En conclusión, entendemos que el no establecimiento de objetivos de vida, tanto personales como profesionales, ocasionará que llegar a esos lugares que anhelamos nos cueste mucho más trabajo, porque nuestra energía no estará enfocada y tomaremos muchas desviaciones hasta dar con aquello que supusimos deseábamos en un primer momento.

Por el contrario, tener un norte siempre nos ayudará a saber dónde dirigir esa energía y nuestras intenciones, por lo que nos permitirá tomar decisiones a consciencia. De esta manera, nos ayudará a disminuir el estrés y la ansiedad que generan las ideas sobre las miles de posibilidades que existen a futuro, cuando no tenemos un plan claro.

Beneficios de definir objetivos reales

Cuando logramos establecer nuestras metas y definir los objetivos que consideramos nos conducirán al éxito, en función de nuestras herramientas, recursos y disponibilidad, podremos vivir nuestra cotidianidad con menos ansiedad y más productividad, en términos de acciones y tareas relacionadas con lo que deseamos construir, tanto en nuestra vida personal como laboral y/o profesional.

Concretamente, establecer objetivos reales nos permitirá:

  • Reducir la ansiedad

  • Enfocarnos en el aquí y ahora

  • Aumentar nuestra capacidad para delegar tareas

  • Enfrentar los obstáculos sin perder de vista hacia dónde queremos ir

  • Lograr mayor organización

  • Reducir la procrastinación

  • Aumentar nuestra productividad

  • Establecer hábitos positivos

  • Ser capitanas de nuestro propio barco y “cartógrafas” de nuestro propio mapa.

¿Cómo hacemos para definir objetivos reales?

Lo primero que debemos hacer para lograr establecer objetivos claros, es identificar y definir nuestras metas, en las diferentes áreas de nuestra vida (familia, trabajo, salud integral, esparcimiento, aprendizaje, etc.). Y para ello debemos previamente realizar un trabajo de autoconocimiento.

Es válido aclarar, que un trabajo de autoconocimiento profundo requiere dedicación y tiempo. De hecho, siempre estamos conociéndonos. Pero, el punto esencial aquí es comenzar este camino y realizar un proceso de auto indagación para poder entrar en contacto con lo que queremos alcanzar, independientemente de los "deberes" y despojadas de mandatos y creencias limitantes.

Autoindagarnos para conocer nuestros deseos y nuestro propósito.

Una vez que descubramos esos deseos y anhelos, tendremos que definir qué valores los sustentan. De lo contrario, la motivación decaerá sutilmente y no será sostenible a través del tiempo.

A partir de entonces, autoconocimiento y objetivos entran en plena fusión. De aquí en más las tareas serán, entre otras:

  • Descubrir con qué herramientas contamos (personales y no)

  • Cuál es nuestra disponibilidad en función de nuestras circunstancias cotidianas (familia, pareja, trabajo, etc.)

  • Qué estamos dispuestas a hacer, dejar y dar.

Estos son los puntos principales y generales sobre el establecimiento de objetivos, que desarrollaremos en otro artículo.

Finalmente, trabajar en el establecimiento de objetivos reales y concretos no solo hará que nuestras vidas se colmen de sentido y sean más sencillas, sino que además nos instará a embarcarnos en el maravilloso camino del autoconocimiento y la valoración personal.

A lo largo de este camino puedo acompañarles desde mi experiencia profesional y personal.

Las invito a leer el artículo sobre mi terapia de deconstrucción.