Me especializo en el desarrollo personal y profesional de mujeres.
En todos mis años de trayectoria como Psicóloga me fui especializando en terapias holísticas y complementarias, y este espacio es para contarte un poco más sobre mi historia.
Mi trayectoria
Soy Licenciada en Psicología (Mat. 6361) egresada de la Universidad Abierta Interamericana en 2010. Asimismo, en la misma universidad completé mis estudios de Terapeuta Ocupacional y Profesora Universitaria.
Con el correr de los años, fui ganando experiencia como psicóloga particular, terapeuta ocupacional y docente Universitaria en distintas instituciones de la ciudad de Rosario y alrededores.
La vida me fue llevando por diferentes caminos y casi sin darme cuenta, para superar mis propios quiebres y dolores, me fui especializando en un amplio abanico de herramientas y habilidades.
Ahora puedo desenvolverme en distintas terapias holísticas que me permiten abordar nuestros problemas desde un ángulo más abarcativo.
De psicóloga tradicional a psicóloga de empoderamiento femenino.
Aquí te cuento la historia que me condujo a ser quien soy ahora: una Psicóloga holística especializada en empoderamiento femenino.
El inicio de mi viaje
Con 30 años, dos títulos universitarios, jornadas laborales de 10 a 12 horas, tres trabajos distintos, un departamento rentado a estrenar en pleno centro de la ciudad, una vida social activa y algunos meses de una relación informal, el test dio positivo.
En soledad y sin ninguna certeza, había muchas decisiones que tomar:
Los temas más grandes que tuve que abordar en aquel momento con 6 meses de embarazo fueron:
Asumir que debía afrontar la responsabilidad de la situación sin una pareja estable.
Rescindir contrato en mi departamento soñado para regresar al hogar materno, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad, para anidar con contención y compañía.
Renunciar a trabajos en relación de dependencia —ingreso fijo, vacaciones y beneficios— porque quería estar con mi hijo, aunque esta decisión me costara muchos reveses económicos.
Alejarme de ciertos espacios y personas para evitar más conflictos.
Duelar la idea de una familia tradicional.
Mi experiencia inicial maternando fuera del modelo tradicional
Recuerdo que al principio me sentía muy avergonzada, señalada. Sentía el peso del juicio social en chistes y comentarios lanzados al azar, en preguntas personales e inquisidoras de desconocidos.
En aquella época pude descubrir cuáles eran mis amistades reales al ver claramente cuáles comenzaron a apartarme por no cumplir con la norma. Me sentía cada vez más pequeña intentando que me aceptaran y me quisieran.
A veces sentía una gran sensación de desesperación al verme incapaz de hacer frente a todo por mi cuenta.
Y además, vivía frustrada por no haber podido formar una familia como se suponía “debía ser”.
Creía que el amor de pareja y la familia no eran para mí, que así ya no lo alcanzaría nunca.
Cómo fui superando los dolores o quiebres
Luego de verme envuelta en situaciones de malestar por querer forzar algo que no era, y de ver a mi hijo en medio de todo eso, un día vi todo con claridad: no iba a enseñarle a él que así debía ser el amor y las relaciones humanas.
También me di cuenta de que tanto mi hijo como yo merecíamos mucho más, que éramos suficientes y que sí era posible el amor sano y no aceptaríamos menos que eso.
Luego de un tiempo finalmente colgué el traje de víctima, y asumí responsabilidad de mi realidad sin culpar ni culparme, empecé a accionar con confianza.
Al poco tiempo estaba rentando un nuevo hogar en la ciudad para MI FAMILIA, con una economía más encaminada y mi vida de “mujer madre trabajadora cabeza de familia” más organizada. Claro que siempre con el sostén y apoyo de mi entorno más cercano.
Mi propia transformación personal
Cuando tomé consciencia de que para producir un cambio en mi vida debía tomar las riendas y hacer los movimientos que impulsaran ese cambio, la terapia, los libros y Google, fueron mis grandes aliados.
Con una economía aún inestable, comencé navegando por la web indagando en distintas terapias complementarias y herramientas holísticas. Leí cuanto libro descargable encontraba mientras Tomi dormía, escuchaba desde el celu —auriculares mediante— cuanta conferencia o curso gratuito encontraba sobre biodescodificación, pensamiento positivo y finanzas, metafísica y similares. También encontraba tiempo mientras iba y volvía al trabajo caminando.
Probé y apliqué cada una de esas herramientas, las fui adaptando a mis tiempos y necesidades y finalmente comencé a realizar las diferentes terapias con distintos profesionales especializados.
Mis resultados, son ahora el tipo de resultados que acompaño a lograr
Al notar cada vez mayores y mejores resultados en mí y en mi vida al incursionar y practicar estas terapias, el mundo holístico comenzó a atraparme y apasionarme.
Sentí la necesidad de continuar formándome en distintas terapias alternativas, con la intención de guiar y acompañar a otras mujeres que pudieran estar atravesando situaciones similares a las que yo había tenido que afrontar.
Habiendo repasado mi historia, supe que podía ayudar a muchas mujeres a descubrirse y salir adelante en busca de la vida que desean y merecen.
Mi propósito como Psicóloga de Empoderamiento Femenino
Hoy ayudo a mujeres a tomar el control de sus vidas con mi Terapia de Deconstrucción, una metodología propia que integra todos mis conocimientos, además de mi experiencia como mujer y madre soltera.
Mi búsqueda está en acompañar a todas a superar los obstáculos que les impiden trazar su propio camino, ayudar a conocerse mejor, recuperar la autoestima y establecer objetivos posibles. En pocas palabras, las acompaño a conseguir la vida que siempre han querido.
Atrévete a lograr la vida que te mereces
