Deja salir a tu mujer rebelde
¿Has sentido alguna vez que toda tu vida ha sido moldeada según normas preestablecidas? ¿Sientes una llamada interior que desafía estas convenciones? Si eres una mujer que busca reconstruir su identidad más allá de las limitaciones históricas y culturales, quizá ha llegado el momento de dejar salir a tu mujer rebelde.
Desatando la transformación desde el interior
Pero en este contexto, ¿qué es una mujer rebelde? En tiempos del empoderamiento y conquistas de derechos la mujer rebelde es quien quiere liberarse de las expectativas sociales y enfrentar los estereotipos que dictan su comportamiento. Puede ser una persona que quizás armó una vida desde lo que debía hacer, pero siempre tuvo una vocación interior más desobediente.
Las mujeres rebeldes somos quienes nos atrevemos a reconstruirnos, a descubrir nuestra verdadera identidad más allá de las limitaciones impuestas por la historia y la cultura, un encasillamiento perpetuo impuesto por la sociedad. Si somos extrovertidas, se dice que buscamos atención; si elegimos relaciones abiertas, nos etiquetan de promiscuas; y si elegimos la monogamia, nos tildan de frígidas.
Todos estos condicionamientos son peligrosos si no se hacen visibles. Porque aún se espera que las mujeres seamos comprensivas, centradas y que tengamos objetivos claros, además de cumplir con el formato de familia. Se espera que tengamos independencia, pero no demasiado poder económico o social. Se espera que seamos agradables, pero sin querer seducir.
Complacer tanto a los demás puede hacernos perder nuestra propia identidad.
El desafío de ser una mujer rebelde hoy
Ser una mujer rebelde implica enfrentar cambios profundos y obstáculos. No es solo una pose. Hay mucho trabajo que hacer y los cambios nos enfrentan al miedo de perder amor y aquello que conocemos. Toda elección implica soltar, e incluso, y más complicado aún, dejar de pertenecer.
Existen dos grandes tipos de resistencias que las mujeres debemos enfrentar:
● Las internas nos mantienen aferradas a lo conocido incluso cuando queremos cambiar.
● Las externas son proporcionadas por el entorno, que está acostumbrado a cómo éramos antes. Esto puede venir de amigos, familiares, la sociedad, la pareja o el trabajo.
Cualquier cambio provoca un efecto dominó. Por ejemplo, algunas personas dejarán de elegirnos porque “ya no somos las mismas”.
Pero quizás la más significativa de las resistencias sea la aceptación del deseo propio y el reconocimiento de lo que implica perseguirlo. Es clave aceptar que pueden presentarse dificultades y obstáculos en el camino, pero que una vez superados, la satisfacción es mucho mayor. Tenemos que recordar que nuestro campo de acción se limita a nosotras mismas y a cómo trabajamos en superar los miedos para derribar las barreras que hemos construido.
Cómo convertirse en una mujer rebelde
La mentalidad de una mujer rebelde y desobediente implica la construcción de nuevos hábitos, la capacidad de definir objetivos y la creación de un sistema. Muchas de nosotras sentimos un pulso interior que advierte que las cosas no van bien, una voz que nos dice que ya hemos hecho lo socialmente esperado, pero que nos insta a construir algo distinto.
¿Cómo se empieza? Asumiendo la responsabilidad. El cambio arranca por dentro. Es esencial abandonar la postura de víctima y dar un nuevo significado al presente. El autoconocimiento permite identificar nuestras creencias limitantes, así como las creencias colectivas que nos han condicionado.
Esto requiere una madurez personal, que se logra a través de trabajo constante, la definición de objetivos y la implementación de un plan de acción. La mayoría de las veces, buscamos afuera de nosotras la explicación de lo que nos pasa, pero la búsqueda de respuestas también debe dirigirse hacia adentro.
Empoderamiento y desobediencia
La adopción de una voz desobediente no es otra cosa que dar lugar al empoderamiento. Implica reconocer nuestro poder y trabajar en el crecimiento personal.
A medida que nos apropiamos de nuestra identidad y la ponemos en práctica, experimentamos un círculo virtuoso. Al utilizar nuestros recursos, ganamos confianza y comprendemos dónde podemos hacer contribuciones significativas, lo que a su vez nos motiva a hacer aún más.
En las relaciones y en los vínculos, dejamos de depender de los demás y buscamos la comunión. Demostramos quiénes somos con nuestras luces y sombras. De nuevo, no es tan fácil como suena, pero todo es posible con práctica y constancia. Significa un verdadero desafío reconocer lo mucho que dependemos de nosotras mismas.
Superar el miedo y elegir la paz interior
Tomar las riendas de nuestras vidas y liderar cambios proactivos no se hace de la noche a la mañana. ¡No existen soluciones mágicas ni siete o diez pasos garantizados para volverse una mujer rebelde!
Necesitamos comprometernos sinceramente con los objetivos y gestionar un espacio propio de acuerdo con nuestras prioridades, dejando atrás excusas comunes como la falta de tiempo, quizás la más repetida en mis consultas.
Abordar el miedo como una emoción protectora y reflexionar sobre los beneficios de estar en ciertos lugares nos permite tomar decisiones más conscientes. Hay que entender que cada elección representa una oportunidad para avanzar hacia nuestras metas y encontrar la paz interior en lugar de buscar constantemente tener la razón. En definitiva, ¿qué es mejor? ¿Tener razón o estar en paz?
La mujer rebelde y el uso del humor como herramienta
Cada camino es personal. Sí puedo recomendar, para casi todos los casos, que la mujer en busca de su ser rebelde abrace al humor. Es primordial porque nos ayuda a romper con el dramatismo y la tragedia, a no tomarnos tan en serio.
Es vital aprender a reírnos de nosotras mismas, relajarnos y así pensar en soluciones más efectivas para superar nuestros desafíos. La creatividad que habita en el humor nos proporciona la capacidad de mirar distinto, lo que puede ser beneficioso para dejar salir a la mujer rebelde.
Es hora de avanzar hacia la transformación. Si buscas fortalecer tu autoestima, reconectar con tu esencia independiente y rebelde, y convertirte en una mujer segura y empoderada que alcanza sus metas, puedo ayudarte.
Comienza a sanar tu autoestima hoy!
Yo sé cómo guiarte